Elaborado por Bryan Husted, líder del Grupo de Investigación en Desarrollo de Empresas Conscientes de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.
La pandemia de COVID-19 trajo desafíos sin precedentes para la mayoría de las industrias en todo el mundo. Incluso hoy, las empresas siguen luchando con los desafíos operativos ocasionados interrumpidos por la pandemia, especialmente en sus cadenas globales de suministro globales. Ahora que vemos la luz al final del túnel, reflexionemos sobre el papel de los negocios y la alta dirección los gerentes de las empresas en la prevención de futuras pandemias.
Las enfermedades transmisibles son provocadas por virus y bacterias que pueden transmitirse entre las personas. Las enfermedades infecciosas emergentes, como el reciente virus SARS-Cov-2, son definidas por su aparición reciente o propagación a una nueva área. La mayoría de estas enfermedades surgen de los animales y son más propensas a aparecer en lugares donde existen leyes débiles y una mayor presión sobre los ecosistemas debido a factores como la deforestación.
Si bien, la globalización puede desempeñar un papel en el aumento de las pandemias, las empresas están equipadas para ayudar a prevenir la propagación de enfermedades transmisibles y contribuir al mayor bienestar de las comunidades y los consumidores circundantes. Aquí hay tres recomendaciones para que los líderes empresariales gerentes se preparen e incluso prevengan la aparición de futuras pandemias.
1. Desplegar capacidades básicas para la promoción de la salud
No debemos olvidar lo que hemos aprendido durante la pandemia de COVID-19, en relación con que de que las empresas tienen el potencial de desplegar sus capacidades básicas para promover la salud. Las empresas con operaciones globales pueden utilizar sus recursos y capacidades para prevenir riesgos para frenar la propagación de enfermedades infecciosas emergentes y futuras. Un ejemplo incluye inversiones en el despliegue eficiente de vacunas por parte de Anglo American plc, una empresa minera británica. En febrero de 2021, la empresa declaró que invertiría hasta US$30 millones para respaldar el lanzamiento de la vacuna contra el la COVID-19 en todas sus operaciones. Anglo American buscó mejorar la capacidad de los gobiernos para adquirir, almacenar y entregar vacunas proporcionando infraestructuras de cadena de suministro y apoyo logístico.
2. Adoptar herramientas y conocimientos de salud pública
Las empresas pueden ayudar a prevenir la aparición de epidemias dónde operan si implementan la herramienta de evaluación del impacto en la salud corporativa. Este instrumento es especialmente útil para las empresas que operan en países donde faltan recursos, educación en salud pública, o sistemas de salud robustos. Las empresas globales podrían implementar la herramienta de evaluación del impacto en la salud para comprender mejor cómo sus operaciones afectan los ecosistemas y, por lo tanto, minimizar los cruces de los animales a los humanos. Como ejemplo, la organización no-gubernamental BSR, estableció la iniciativa “Healthy Business Coalition” para hacer sugerencias para que las empresas diseñen e implementen evaluaciones de impacto en la salud, junto con sus métricas. La iniciativa identifica los alcances de las actividades comerciales, incluida la salud y la seguridad en el trabajo, los productos y servicios, la participación de la comunidad y las políticas y la promoción. BSR también destaca los desafíos clave de salud empresarial en las áreas de enfermedades transmisibles (p. ej., VIH, tuberculosis, SARS), enfermedades no transmisibles (p. ej., obesidad, cáncer, salud mental) y determinantes económicos y sociales (p. ej., desigualdad de ingresos, género, nivel de escolaridad).
3. Apoyar comunidades más saludables
El COVID-19 es especialmente agresivo hacia poblaciones vulnerables con comorbilidades ya existentes. Por lo tanto, las comunidades más fuertes y saludables estarán mejor preparadas para combatir la próxima pandemia. Como dijo el director de sustentabilidad de una gran multinacional de alimentos: “Comunidades más saludables significan negocios más saludables”. La alta dirección Los gerentes pueden apoyar a sus comunidades a través de la salud preventiva. Por ejemplo, una empresa en la industria de alimentos o productos de consumo podría centrarse en ingredientes de mayor calidad o en un etiquetado más informativo para ayudar a los consumidores a tomar decisiones más inteligentes y mantenerse más saludables. Dado que la desnutrición se considera un factor de riesgo para el sobrepeso y las enfermedades no transmisibles, las iniciativas empresariales diseñadas para proteger a sus comunidades contra la desnutrición pueden mitigar el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles, al mismo tiempo que reducen el riesgo de comorbilidades asociadas con enfermedades contagiosas.
La pandemia de COVID-19 ha impactado a todos en el planeta. A menudo se muestra la preocupación de las empresas por el impacto en sus ganancias, presenta a las empresas como preocupadas solo por sus ganancias, sin embargo, hemos visto que también pueden ayudar a mitigar la propagación de pandemias, abordando así a los grandes desafíos de salud y avanzando en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, específicamente los objetivos relacionados con la salud. Estas tres recomendaciones ayudarán a las empresas a prevenir futuras pandemias y promover la salud y el bienestar de sus comunidades.
Publicado originalmente en El FInanciero.