Cada día, en pleno centro de la Ciudad de México, el autor de este ensayo convive con una realidad que no puede ignorar. Estudia y vive rodeado de personas migrantes: venezolanos, colombianos y haitianos que trabajan en puestos informales, limpiando parabrisas o haciendo entregas para sobrevivir. Algunos de ellos le han compartido sus historias, marcadas por la falta de documentos, la explotación laboral y, en el caso de los haitianos, también por la barrera del idioma.
Escuchar esos relatos lo llevó a hacerse preguntas que no son ajenas a su propia experiencia como estudiante. ¿Cómo es posible que, en un país que habla de movilidad social a través de la educación, tantos jóvenes tengan que elegir entre seguir estudiando o cubrir lo más básico? ¿Qué tipo de sistema permite que quienes migran buscando dignidad encuentren solo precariedad?
Con esa inquietud nació el ensayo que aquí presentamos, escrito por Jair González como parte del Concurso de Ensayos Ingreso Digno 2025. Una reflexión que no se queda en el diagnóstico, sino que propone el ingreso digno como un derecho esencial para estudiantes y migrantes en México, capaz de transformar vidas y abrir oportunidades que hoy parecen negadas.
El ingreso digno como derecho para estudiantes multidisciplinarios y migrantes en México
Cuando hablamos de un "ingreso digno", ¿qué es lo primero que pensamos? Para mí, un ingreso digno no es solo una cifra; es la posibilidad real de sostener una vida digna, de estudiar sin hambre, de no tener que elegir entre el transporte o un almuerzo. Es el derecho a vivir con estabilidad y respeto, especialmente para quienes estudiamos carreras multidisciplinarias y, aún más, para quienes además han migrado buscando esa dignidad que su país de origen no puede ofrecerles.
Definir el ingreso digno: más que supervivencia
Desde mi perspectiva, un ingreso digno implica un salario que cubra necesidades básicas: alimentación, vivienda, transporte, salud y educación. Pero también debe garantizar condiciones laborales justas: jornadas razonables, acceso a seguridad social y, sobre todo, reconocimiento como sujeto de derechos. Para los estudiantes multidisciplinarios, muchas veces esto es un lujo inalcanzable. ¿Cuántas veces hemos escuchado que "el arte no da de comer" o que "lo social no es rentable"?
En México, muchos estudiantes tienen que combinar estudios con trabajos precarios que no ofrecen seguridad social ni posibilidades de crecimiento. Algunos incluso abandonan sus estudios por falta de recursos, perpetuando así el ciclo de pobreza. Si queremos que la educación sea una herramienta de movilidad social, el ingreso digno debe garantizarse como parte del derecho a estudiar.
Mi experiencia y el contacto con migrantes
Vivo y estudio en la Ciudad de México, en pleno centro. Cada día convivo directa o indirectamente con personas migrantes: venezolanos, colombianos y haitianos, principalmente. Me han contado sus historias mientras trabajan en puestos informales, vendiendo comida, limpiando parabrisas o haciendo entregas. Muchos de ellos no tienen documentos como la INE o pasaporte, lo que les impide acceder a trabajos formales.
En el caso de personas haitianas, la situación es aún más compleja. La barrera del idioma (criollo o francés) les dificulta comunicarse, hasta para pedir direcciones o comprar comida. Su migración no es por gusto, sino por necesidad: huyen de crisis económicas, violencia y gobiernos fallidos.
La travesía del migrante: entre el miedo, la esperanza y la explotación
El camino hacia México y luego a la frontera con Estados Unidos está lleno de peligros. Uno de los puntos más críticos es la selva del Darién, una de las rutas más utilizadas por los migrantes provenientes de Sudamérica. Según datos de Médicos Sin Fronteras (2023), más de 500 mil personas cruzaron el Darién en 2023, y muchas enfrentaron condiciones inhumanas: hambre, enfermedades, violencia sexual, robos y hasta muerte.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (2024) señala que la violencia sexual contra mujeres y niñas migrantes en tránsito por el Darién es alarmante. Además, Human Rights Watch ha reportado casos de trata de personas y reclutamiento forzado por grupos armados en la región.
A su llegada a México, muchas veces enfrentan extorsiones de autoridades locales, detenciones arbitrarias o deportaciones sin debido proceso. Quienes logran establecerse en ciudades como Tapachula, Tijuana o Ciudad de México, se ven obligados a vivir en campamentos improvisados, sin servicios básicos y con acceso limitado a atención médica o escolarización.
Además, un estudio del Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI) documenta cómo la falta de políticas claras para la integración laboral de personas migrantes las expone a la informalidad, condiciones degradantes y racismo. Estas barreras impiden su acceso a un ingreso digno, lo que perpetúa su exclusión.
Situación económica de origen
Para entender por qué tantas personas migran, basta mirar los datos:
Venezuela: Su PIB (2024) es de aproximadamente 102 mil 328 millones de USD. El salario mínimo equivale a menos de $100 MXN al mes. La hiperinflación, la escasez de alimentos y la represión política empujan a millones a salir del país.
Colombia: Su PIB ronda los 363,5 mil millones de USD, pero la desigualdad y el desempleo empujan a muchos jóvenes a buscar mejores oportunidades fuera.
Haití: Con un PIB de apenas 19,85 mil millones USD y un ingreso per cápita menor a $1,300 USD, vive una crisis humanitaria crónica. Según ONU Mujeres, el 60% de la población vive con menos de $2 dólares diarios.
Comparando, el salario mínimo en México en 2025 es de $7,508 MXN al mes. Aunque tampoco garantiza una vida totalmente digna en grandes ciudades, sigue siendo mucho mayor que en los países mencionados.
Impacto del ingreso indigno
No tener un ingreso digno como estudiante impacta todos los aspectos de la vida: el desempeño académico baja, la salud mental se deteriora y se pierde la motivación. Esto se agudiza cuando se es migrante, porque las barreras legales y sociales se multiplican.
¿Cuánto talento estamos desperdiciando por no garantizar condiciones humanas a estos jóvenes? La falta de políticas integrales no solo afecta a los migrantes, sino al país entero, que pierde la oportunidad de sumar creatividad y diversidad cultural.
Políticas necesarias
Creo firmemente que se necesitan cambios estructurales. Algunas ideas:
- Becas integrales que incluyan no solo matrícula, sino también vivienda, alimentación y transporte.
- Programas de empleo para estudiantes con horarios flexibles y remuneración justa.
- Reconocimiento temporal de credenciales y experiencia profesional de migrantes.
- Acceso a cursos gratuitos de español y derechos laborales.
Buenas prácticas internacionales
En Alemania, los estudiantes pueden trabajar hasta 20 horas semanales sin afectar su estatus académico. En Canadá, los estudiantes internacionales tienen acceso a becas y trabajos en el campus. Incluso en Argentina, las universidades públicas son gratuitas para migrantes latinoamericanos.
México podría implementar modelos híbridos que consideren la realidad económica local pero también los derechos humanos.
Un futuro con ingreso digno
Me imagino un México donde un estudiante, sin importar su origen, pueda estudiar sin angustia, trabajar sin ser explotado y aportar con su conocimiento. Donde el ingreso digno sea un derecho y no un privilegio.
La migración y el ingreso digno no deben verse como problemas separados, sino como parte de un mismo sistema de desigualdad. Es momento de mirar a quienes migran no como amenazas, sino como personas valientes, llenas de sueños y potencial.
Referencias
Banco Mundial. (2024). Datos del PIB por país. https://data.worldbank.org
Trading Economics. (2024). Datos económicos de Venezuela, Colombia y Haití. https://tradingeconomics.com
INEGI. (2025). Salario mínimo en México. https://www.inegi.org.mx
Reuters. (2025). Colombia incrementa el salario mínimo. https://www.reuters.com
ONU Mujeres. (2024). Informe sobre pobreza en Haití. https://www.unwomen.org
Human Rights Watch. (2024). Violencia en el Darién. https://www.hrw.org
Médicos Sin Fronteras. (2023). Informe sobre migración en el Darién. https://www.msf.org
Cruz Roja Internacional. (2024). Informe sobre violencia sexual en migración. https://www.icrc.org
IMUMI. (2023). Integración de mujeres migrantes en México. https://imumi.org
ACNUR. (2024). Crisis de refugiados venezolanos. https://acnur.org