Publicado originalmente en: https://mitsloanreview.mx/colaborador/es-el-capitalismo-la-solucion/
Vivir para trabajar no es un dicho a la ligera, al menos no en México, donde la mayoría de los trabajadores solo descansan cuatro días en todo el año. Es la esclavitud de la productividad a toda costa, sin importar los daños en la salud física, mental y emocional. Es una escena de un sistema llamado capitalismo en el que el 1 por ciento más rico posee más riqueza que el 95 por ciento de la población mundial en su conjunto y donde aún existen más de mil 100 millones de personas en pobreza extrema.
Lo peor del caso es que la historia nos ha dicho que no existe otro sistema alternativo. El socialismo y el comunismo fracasaron estrepitosamente, causando más inequidad, pobreza e injusticias. Y parece que se va a poner peor con una Inteligencia Artificial que desplazará a 92 millones de empleos.
Aunque parezca lo contrario, mi intención no es deprimirte con esto que te cuento, porque, como siempre, hasta en los momentos más oscuros, hay ventanas que nos regalan algo de luz. Así sucede ahora, pues en 2010 surgió el movimiento de Capitalismo Consciente en Estados Unidos, fundado por Raj Sisodia y John Mackey.
Este propone que las empresas, además de ser rentables, deben ser un motor de progreso humano y social, generando valor para todas las partes interesadas y no solo para los accionistas, como explica Francisco Fernández, director ejecutivo del Centro de Empresas Conscientes del Tecnológico de Monterrey (CEC).
“Las empresas tienen que convertirse en los principales agentes de cambio”, afirma.
Decisión de negocios Cambiar la manera en que se hacen negocios desde hace siglos no es una meta fácil, en especial, dice Francisco, por la visión cortoplacista de muchas empresas que solo se mueven por los resultados inmediatos.
“Tristemente —dice— vivimos en un contexto en el que, incluso siendo una gran empresa pública, el reporte trimestral es el que manda, y pues tres meses es un plazo cortísimo”.
Lo que propone la filosofía del Capitalismo Consciente tiene cuatro principios fundamentales:
- Propósito Superior: Un propósito más allá de la rentabilidad, que tenga un impacto positivo en las personas y el planeta.
- Liderazgo Consciente: Reconocer el liderazgo y su influencia en crear y mantener un rumbo, no hacia el dinero, el ego o el poder, sino hacia el servicio, el amor y el propósito.
- Cultura Consciente: La creación de una cultura regida por un propósito genera valor, confianza e integridad para todos los grupos de interés de una empresa u organización, un ecosistema de bienestar.
- Integración de Grupos de Interés: El impacto de un negocio va más allá de sus clientes o empleados, por lo que involucrar a las familias, comunidades y tener en cuenta incluso el medio ambiente y la sociedad, se vuelve esencial.
Basado en esta visión del futuro de los negocios, el Centro que dirige Francisco tiene una misión muy clara: transformar la educación en negocios, la mentalidad de profesores y líderes empresariales, para elevar el florecimiento humano y construir una sociedad más justa y próspera. Y lo hace a partir de cuatro ejes:
- Académico Diseñar programas formativos para alumnos y certificar profesores en la visión de empresas conscientes.
- Investigación Documentar casos de empresas que evidencian el impacto positivo de estos principios y llevarlos al aula.
- Educación ejecutiva y consultoría Acompañar a emprendedores y empresas en procesos de transformación hacia modelos guiados por estos principios.
- Divulgación Dar a conocer la filosofía a través de artículos, libros, podcasts y conferencias. A nivel mundial, empresas como Costco, Patagonia y Southwest Airlines ya trabajan bajo la filosofía de Capitalismo Consciente; en México, algunas que ya lo hacen son: Corporación Zapata, Merco, Grupo Cuervo y Grupo Bimbo.
No se trata de que las empresas cambien su modelo centrado solo en las ganancias económicas porque así lo exigen cada vez más los consumidores, sino como una decisión estratégica de negocios, y más en la era de la IA, donde la competencia entre las empresas se agudizará. “La ventaja competitiva va a ser esa parte humana, que siempre lo ha sido, nada más que no lo hemos reconocido”, asegura Francisco y agrega sin rodeos:
“Hasta que el líder caiga en cuenta que la persona tiene que estar al centro de sus decisiones es que las cosas van a ir caminando por el camino correcto.”